Ermita de San Roque

Está situada junto al convento de San Juan de Monte Calvario, de monjas clarisas, en una bifurcación del camino a la salida de la población de Escalante. Se documenta su existencia en los siglos XVI y XVII. En el testamento de Pedro López Sarmiento, dado en Escalante el 3 de febrero de 1596, se dona un terreno de un carro para ayudar a la reparación de la ermita de San Roque que llevaba a cabo la villa. En 1684 se reteja y se hace un alero.

Sin embargo, la ermita se renovó en el siglo XIX, en estilo neogótico muy sencillo. Se compone de una sola nave, de planta rectangular, con espadaña a los pies. Sus vanos son simples arcos apuntados en el sencillo muro encalado, donde sólo destacan los esquinales de sillería. En el interior se dispone un pequeño retablo neogótico de escaso valor artístico.

Época

siglos XVI y XVII

Arquitectura

Civil y religiosa

Uso Actual

N/A

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